30 nov 2010

El juglar

Este relato quedó finalista en Los espejos de la rueda. No soy aficionado a la literatura épica de modo que lo tomé como un reto, entiendo que es dificil no caer en los tópicos pero este genero es como el western , tiene sus propios arquetipos y personajes , de todas formas dentro de estos limites me propuse ser original.

El juglar
Los chiquillos están nerviosos esta mañana de vísperas , las mujeres preparan jengibre y zarzaparrilla , los hombres dejan las labores del campo y se comportan como los antiguos infantes que fueron , la soldadesca canalla y ruin la mayoría de las veces , pendenciera el resto , abandona el poblado para adentrarse en las colinas en espera del enemigo que nunca viene , el espíritu de la bella Siel , con su manto de flores que todo lo envuelve, inunda de perfume cada rincón del bosque y las noches ya no son refugio de Hombresperro , tampoco del Gran Oso que devora el ánimo , es la casa esta floresta de robles del travieso duende Rick que vestido con su traje de hojas y escarpines amarillos busca a la Diosa para hacerla madre , sin duda la primavera ha llegado .
Dolmen el jefe, está orgulloso, Refran su hijo mayor, culminará pronto las ceremonias iniciáticas, en poco tiempo será un hombre, dejará de ser el niño tímido que hasta el momento es para elegir entre la espada o el gobierno de la aldea.
Refran está ausente, su timidez le tapa como un velo, lo hace invisible a todos y aunque se le permite beber ni tan siquiera la Ambrosia es capaz de soltarle la lengua, los ritos están a punto de terminar, deberá adoptar su nombre de adulto y decidirse por uno de los destinos que su padre tiene reservado para el heredero varón.
Escribe Refran , le gusta escribir , escapar con la pluma de este universo pequeño , esta losa que le pesa en las espaldas , la aldea , el ejercito , la Tierra de la Tortuga es inmensa , tanto por descubrir , tanto por relatar , dejar que la pluma de ánade corra libre por el pergamino , conocer otros pueblos , viajar mas allá del Pequeño Mar y la Ciudad del Rey.
Y con la floración y sus fiestas la venida esperada , sus leyendas son conocidas de uno a otro lado de la concha de Tortuga , cuentan que el Trovador , era un temible guerrero que perdió la visión en la batalla de los Lagos y que halla lejos , cruzando el Pequeño Mar, un gran Capitán del Ejercito Oscuro , otros dicen que no es de este mundo , en su porte , encorvado por la edad si bien es cierto , se adivina una estatura mas alta de lo corriente en un mortal , su mirada blanca parece contemplar algo que los demás no ven , oculto, arcano y secreto al que solo el juglar tiene acceso .
De tal forma pues el orondo jabalí daba vueltas, empalado de una a otra punta, las nuevas jóvenes que cada florecimiento trae bailan despreocupadas y juntos todos beben del cuerno del Busco , la Selene está en lo mas alto ahora , gorda y radiante como un queso , llena de fulgor las caras de los enamorados que se ocultan en la maleza , descubre el rubor de las núbiles doncellas ...cuando , todos callan en un momento , el viento frió que siempre lo acompaña es una brisa que hiela por un momento las pieles de los festejantes , nadie lo saluda , nadie pregunta , está así pactado desde hace tanto que ninguno recuerda .
El trovador oculta su faz, embozado en un habito de chamán es la imagen del Pájaro Negro que alguna noche como esta nos llevará al sepulcro, descarga del pollino un rulo apretado de cuero y lo extiende, con el cayado retorcido como cuerno de cabra señala la primera estrofa, apretados junto a la gran hoguera ninguno osará interrumpirlo hasta el final:
Esta es la historia de las historias, el cuento de los cuentos, el fin del principio y el principio del fin, pues está escrito y yo lo certifico. No somos nada, nada que se pueda apreciar ni tocar, salvo polvo de estrellas.
Existe un lugar donde los dragones escupen fuego, dragones blancos, el humo producido de la combustión de sus estómagos se transporta por el aire y cae en forma de lluvia, corrosiva y mortal.
Las gentes de este lugar son muertos vivientes, no conocen a sus hijos, los hijos no reconocen a sus padres y el tiempo de sus vidas es un trasiego de trabajo continuo, la vida no tiene precio y los niños mueren como adultos y los adultos se comportan como niños, esquilmaron sus bosques para proveerse, mataron al ganado, quemaron las cosechas y abrasados por el calor murieron.
Estas son las crónicas oscuras de aquel mundo pero antes de extinguirse pensaron que todo no estaba perdido , “ construyamos algo pues que nos haga volar , subir como los pájaros o el lagarto alado, que nos permita fugarnos de nosotros mismos , algo que nos levite, nos transporte a una tierra libre del diluvio maldito y el calor espeso “ dijeron.
Y así fue, tardaron varios nacimientos en lograrlo, las generaciones se sucedían unas a otra hasta que la gran maquina estuvo terminada, antes se encargaron de buscar un territorio virgen que pudiera albergarlos y lo encontraron y bien sabe el Busco que ese territorio es donde ahora pisas aldeano, se esparcieron y los hijos de ellos tuvieron hijos y estos muchos mas hasta que todo llegó como llega el invierno pues es nuestro sino.
De nuevo contemplo en mi periplo y diáspora perpetua por la concha de la Tortuga, como la envidia heredada de aquellos, el pillaje de los ejércitos y la avaricia de los Reyes hiere el corazón de los hijos de las estrellas y no solo los poderosos, vosotros aldeanos, remedáis a los que nos trajeron aquí cuando en las levas del Rey sometéis sin contemplaciones a vuestros vecinos, todos somos culpables, incluso yo.
Durante el relato del trovador ni uno solo pronunció palabra, se ajustan las crónicas a lo que cuentan los chamanes; que son hijos de las estrellas, que es polvo de luz de lo que nuestros huesos están fabricados y que arrastramos el pecado desde mas allá de la Selene, el juglar fue digno de acatamiento pues la historia por el contada está insuflada por el aliento de los Dioses.
El jefe de la aldea se levanta del suelo, camina despacio hacia el bate, en señal de respeto le toca el hombro y habla.
- Tus ves más que nosotros, dime ¿estamos de nuevo camino a convertirnos en lo que una vez fuimos?
El chisporroteo de la hoguera fue un intervalo perpetuo cuando al fin el trovador pronunció palabra.
- Sin duda esa es un premisa que puede llegar, las guerras recorren la Tortuga de uno a otro confín, la lucha por el territorio, la ambición desmedida, los Reyes negros y señores del mal no hacen bien aldeano a los hijos de las estrellas por eso existimos los juglares, somos los garantes de recordar, de afianzar el espíritu del hombre, no soy el único, otros como yo vendrán y os recordaran lo que fuimos y donde podemos llegar, tenlo en cuenta.
Dolmen quedó pensativo, demasiados conceptos en tan poco tiempo y mas en fiestas, llegará pues el momento, mas tarde, en que cavile sobre las crónicas.
- De acuerdo poeta, bebe y come ahora, pasa la noche aquí, este es tu salario, tómalo y gástalo en lo que gustes – sentenció campechano el jefe.
- Solo un sitio donde descansar.
- ¡Por la bella Siel si sois raro! puedes descansar en mi propia casa, nadie dormirá esta noche salvo vos, me encargaré que no seas molestado.
La casa de Dolmen es acogedora, las pieles de animales se esparcen por todos lados, la tea en la chimenea llena de reflejos las paredes y en estas, espadas, hachas, picas, recuerdan tempos gloriosos de cuando el jefe sirvió en las levas del ejército del Rey. El juglar se asegura que puertas y ventanas estén cerradas, se aposenta en el suelo y cruza las piernas sobre si.
- No comes ni bebes, me he fijado y por lo que veo no piensas dormir ¿que eres tú bate?- es la voz de Refran quien suena opaca, amortiguada por el crepitar de los troncos al romperse en mil pedazos.
- Soy algo que no entenderás jamás niño – contesta el trovador sin mirar.
- Ya no, soy hombre desde hace unos días, tomo mis decisiones.
- Pues esa que llevas en la cabeza es y será imposible
- ¿Como sabes lo que pienso? ¿a caso eres brujo?
- ¿Acaso vivirás eternamente ?...no puedes seguirme, no estas preparado, tu cuerpo no lo está, eres limitado como todos aquí, me costaría eones explicártelo y seguirás sin entender, eres un pequeño salvaje en este mundo virgen que pronto dejará de serlo.
Refran está asustado , el hombre lee su mente sin duda , la capucha le tapa el rostro , nadie contempló nunca su faz , salvo el reflejo blanquecino de sus ojos y así y todo espera algo de este extraño , que lo lleve , que lo enseñe , que lo aparte de la aldea , cruzar Pequeño Mar , marcharse , huir de si mismo como los antepasados de las crónicas .
- ¿Por que no puedo ?...quiero seguirte, ser tu pupilo – no osa Refran llegar a tocarlo, se mantiene a una distancia prudente en espera de que el vuelva el rostro embozado.
- No puedes por que eres mortal y esta es una tarea sin fin.
- ¿Eres tu inmortal? morirás como todos.
- Moriré sin duda pero tardaré en hacerlo, mucho después que tú, tus hijos y tus nietos y los hijos de estos, mi alma es de Uranio.
- ¿Que es Uranio?
- Algo por lo que matar- contesta lacónico el ciego.
Refrán tan confuso como excitado por el torrente de nuevos términos, intenta asimilar los conceptos, intuye que todo es mas insondable, la aldea, la Ciudad del Rey, no es más que el primer eslabón de una cadena muy larga y que al tirar de esta el ancla del conocimiento se abrirá paso en su mente descubriendo un mundo hasta ahora oculto.
- ¿Quieres ver algo que te helará el alma?- pregunta el hombre al joven enfrentando su rostro embozado a tan solo un suspiro de distancia.
- Que así sea – la respuesta disfrazada de valor esconde un miedo que llena de escalofríos la piel del heredero.
Después de escapar del vergel difamado, recorrer la Cola del Caballo Níveo, peregrinar por este mundo perdido, ocultar un secreto tan viejo como el Busco que ya pastaba en estas tierras antes de su llegada, creyó llegado el momento al fin .Y deja caer el juglar la caperuza que lo cubre hacia sus espaldas, Refrán es el primer hombre del mundo en contemplar uno de ellos, no será el ultimo, la mirada albina es ahora reflejo autentico de luz, aguanta la respiración pues su cuerpo olvida por unos segundos esta maniobra automática, no todos los días se enfrenta un simple aldeano del mundo Tortuga a la demoníaca visión de un diablo del averno, conocido en la Tierra como androide.
Fin primer capitulo de la futurible saga...
Por: Carontex

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