13 may 2011

4 Rosas / La leyenda de Bala Plateada Jhon

Borrada por Blogger ayer , repuesta Hoy.



Hay cuatro rosas Jhon, cuatro balas de plomo, maceradas en bourbon Plata, cuatro proyectiles cargados de odio.
Puedes quedarte esta noche conmigo, joderte a la federal de nuevo o tomar el látigo de siete colas y manchar otra vez mi piel de sangre.
Dispara pistolero o guarda tus balas de plata para los coyotes.

La noche se escapa y con ella Dulce; ella es como una estrella fugaz o mas bien como un eclipse de luna, rápida y efectiva; a última hora todo se llena de sombras, cierras los ojos y estás muerto.

- Nacer, trabajar y morir ;  ¿piensas Jhon que viviras por siempre?

Cuando Dulce Star supo del Bala se llamaba Molly Sue, Jhon era joven entonces y ella una rubia con mas pecho que años en el cuerpo. Una niña bien, una dama del sur ávida de sangre y aventuras. El pistolero era su ideal de hombre. Todo lo que no encontraba en el circulo opresor de su familia , todo aquello que la encorsetaba , que tapaba sus ansias de vida salvaje , se transmutó en Jhon.

Molly huyó al galope en su caballo , a cada golpe de los cascos sobre la tierra parda de la hacienda Cuatro Rosas , su prisión , ella era más Dulce , la Dulce Star.

Asaltaron, desvalijaron y descuartizaron a partes iguales a todo lo largo de la frontera. Siempre a un paso de los federales , la policía India , los colonos o cualquiera que guste de rebanarles el pescuezo.

Nueva Orleáns se difuminaba en la lejanía, un fruto para probar en su belleza criolla un paraíso para ambos. Por aquellos tiempos Jhon no pasaba de aprendiz de brujo enganchado a los alucinógenos, el zurrón cargado de hierba del diablo, los ojos vidriosos y la libido de un fauno.

Nueva Orleáns cambió todo eso.

El vudú se llevó a Jhon para más tarde sentenciarlo: nació Bala Plateada.

Supo de su muerte y de su condena, su destino se hizo claro y nunca más el pistolero cruzo una sonrisa en su rostro, acaso la carcajada lúgubre como chirrido de gozne, de un hombre que se sabe cadáver más allá de la vida de cualquier humano. Molly escapo de aquella sombra caníbal, de aquel vampiro psíquico. Sue, Dulce Star, es el contrapunto de ese que llaman para matar, ella solo quiere vivir y sí para eso se debe atracar un par de bancos o una ligera matanza de colonos no es óbice para realizar su sueño, ser y caer, con un revolver en la mano.

Cuando llegó al refugio las cuatro rosas, extendidas como paño en la mesa recién cortadas, le advirtieron de su presencia. Era su señal: las cuatro rosas de Dulce, la mantis te quiere, hasta que no la tengas delante no sabrás si vivo, muerto, o entre sus piernas.

- Hueles a hembra Jhon, te follaste a la de la estrella otra vez, en verdad estás enfermo.
 Le dijo Dulce retrepada entre las sombras, las largas piernas encima de la mesa y el sombrero calado
-Estás viejo indio ¿aún se te levanta?
-¿Qué quieres Dulce? Intentar divertirse conmigo se torna aburrido.
-Y tanto viejo, echo de menos a Jhon pero ese no volverá. Él si era divertido no el pasmarote de negro que tengo enfrente.

El refugio es muy pequeño, una habitación con estufa, un catre, una sola silla, una mesa; las cuatro rosas se ven de su color en este ambiente gris.

Fuera las pezuñas de los jacos repiquetean nerviosos, Dulce no viene sola.

Jhon se acercó a la ventana y descorrió con el revolver la cortina. Apuntó y descargó en una cadencia rápida los jinetes cayeron de las monturas.

- Olvida otras cosas que te di Dulce, toma tus cuatro rosas y márchate
- No será tan fácil pistolero, quiero que vuelvas – los disparos de respuesta levantaron esquiarlas en la madera mientras Jhon se cubre, agachado responde. Los secuaces de Star permanecen escondidos entre las rocas.
- Puedes esperar, sentada si quieres – Jhon abre la puerta de una patada y a dos manos dispara a uno y otro lado. Los esbirros de Belle se resguardan tras el cuerpo de un muerto.

- Toma mi vaso y bebe de él Jhon, no te martirices.

- Sabía que vendrías Dulce, te conozco tanto como tu a mi. La resistencia es inútil, cuento con armas que nunca llegaras a conocer, para mí el futuro no existe, tu muerte estaba anunciada desde hace tiempo.
La mujer se incorpora de la silla y antes de rozar el revolver el del Bala le encara.

Sonido de espuelas que avanzan tras la puerta y después de todo el pistolero tiene tiempo de acribillar al visitante con el arma de la otra mano. La bocacha del revolver sigue una línea indivisible con la cabeza de Belle.

- No lo hagas Jhon, vine por ti, no quería matarte, quiero que vuelvas.
- Me muevo por un jornal, y tú eres parte del trabajo.
Una sonrisa de asco se dibuja en el rostro de la rubia, la traición de aquel al que amó es repugnante.
- Una vez me quisiste Jhon, una vez formaste parte de mí.
- Yo era otro entonces – y la bala cruza la oscuridad de la cabaña montada en una llama, cuatro rosas encarnadas en el pecho de Dulce , cuatro pétalos rojos que la llevan a la muerte.

Cuatro muertos y una nota en el bolsillo:

“Acabe con Star, sé que podrá hacerlo, ella le buscará, su salario le espera en Nashville en el lugar acordado”

 Alguien escribió la carta por ella, no es su letra pero él lo sabe.

Por una sola vez en su vida Carmen, amparándose en su amada justicia, mató a una rival con las manos de otro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

BUENA HISTORIA DEL BALA.

Anónimo dijo...

Me ha gustado la historia pero creo que te contradices en ella. En un momento dado, Bala le dice a Dulce: "coge tus cuatro rosas y vete" para un momento después (tras cargarse a sus esbirros) la encara con su arma y después de decirle que su muerte era ya hacia tiempo anunciada, la mata, aclarando luego que era un encargo. Y aquí es donde veo la contradicción. Si era un encargo, que él estaba dispuesto a realizar sin pestañear ya que sabía que era su destino ¿a que viene ese ofrecimiento?, ¿la hubiera dejado ir si ella acepta?, creo que no....era su destino y bala no es muy dado al humor, ni siquiera humor negro. A pesar de todo he disfrutado con la lectura de esta nueva aventura. Saludos.
Tiroloko 69

Luis Antonio Santana dijo...

Antes de nada agradecerte tu pasos continuados por el blog Tiroloko.

El Plata tiene conocimiento del futuro pero este no es estatico.Se mueve en diferentes ramas ,algunas más concisas que otras. Le gusta agarrarse al ramal mas exacto y desecha los tenues "cordones" que apenas se difuminan.En esta ocasión , esperaba que Dulce tomara uno de esos caminos difusos que apenas si tienen valor , una última oportunidad de salvación ( en el fondo matar a Molly , su antigua novia no era de su agrado por eso la condena de "lo escrito" lo persigue por siempre).

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