24 ago 2011

El Andaluz Kafka y el documental del segundo canal.




 
El Andaluz Kafka estaba más despistado que de costumbre. Notaba como los parientes de la televisión, su droga virtual, se comunicaban cada vez más en un idioma gutural, sibilino y embaucador, (bello en su forma y palabra); a todas horas.

Se le traducía este hablar con pequeños subtítulos bajo las imágenes. Estos parientes son hombres de mundo, cosmopolitas europeos, mujeres emprendedoras, cocineros, ilustradores, cuentistas y políticos, ingenieros, arquitectos ,  grandes dotados para las artes.

El Andaluz Kafka en un proceso mental, en una ponderación matemática, quiso ser como ellos para entenderlos, pero por más que lo quería se disipaba en los pliegues de su sofá, se hundía dentro de él pues los pensamientos propios en los de su especie hace tiempo que estaban capados, cortados los testículos de raíz, hacia imposible cualquier discernimiento sobre la realidad circundante.

El segundo canal exponía un inocente documental sobre el significado de los colores, el idioma meloso se le metía en las orejas introduciéndolo en un suave sopor, en una siesta eterna, donde el amarillo fosforecerte atravesaba el cristal de la pantalla para introducirse en le cerebelo de la comprensión. Durante una hora el Andaluz Kafka tuvo discerniemto de realidad, pudo salir de la matriz programada gracias a su color, su tonalidad especial amiga desde la infancia le auxiliaba.

1-     el ignorante vive mejor siéndolo.
2-     Las banderas antiguas son más bonitas y coloridas.
3-     Nosotros conducimos.

Uno de estos mensajes era revelador.

“ …pensarás  que somos tus lideres , pero eso sería igualarte  con uno de los nuestros , estarías dentro del clan pero el clan es cuestión de sangre y la tuya es distinta a la nuestra por tanto te digo que nunca serás otra cosa que carne”

Cuando el último color fue diseccionado el Andaluz Kafka regresó a su particular universo y el idioma de los parientes, de nuevo, volvía hacerse ininteligible.

Pensaba otra vez con el hemisferio sur de su cerebro, apuró la cerveza fría como la del anuncio que ahora visionaba y sonrió de lado.



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