29 ene 2011

2 MICROS Y UN VIDEO


¿Quién recuerda a XY?

 -Nadie, te lo aseguro, nadie imaginaba algo así. Establecimos contacto después de tanto creyéndonos solos en la galaxia, comenzaron a llegar y miles de naves oscurecieron el cielo.

Vestidos de gala los recibimos, embajadores de los cinco continentes y el mejor armonicista inició el himno de la Tierra, todo sucedió de improviso, de pronto el líder de la avanzadilla le comió el cerebro al músico.
Demasiado diferentes, pensé entremedio de las butacas, no hay entendimiento posible, solo somos alimento para estas gentes. Ellos corrían divertidos de un lado a otro de aquel teatro horrible.

-Pero de eso hace mucho y sigues aquí después de todo, ¿te doy pavor ahora?.
-Soy el único de aquel tiempo con vida he pagado un alto precio por ello, ya nada me importa, tengo que marcharme.

El espécimen XY se marchó cabizbajo, un recuerdo del pasado. Ella se relamía de gusto siguiendo sus andares, no estaría bien alimentarse de una pieza de museo- se dijo mientras se atusaba coqueta el cabello.

Felices sueños

 Se despertó como siempre de madrugada, rezó escondido entre las sabanas para que no estuviera, pero sabía que era inútil.

Consentido en su destino se levantó del lecho y camino cabizbajo hasta él.

-Hoy te enseñaré algo nuevo – le dijo serio.

Lo agarró del cuello obligándolo a rendirse hasta el suelo, después levantó las sabanas que colgaban como un sudario y le hizo ver lo que se escondía bajo el tálamo.

Muertos. Amontonados, con ojos blancos abiertos a la nada; bajo su cama yacían cadáveres que inundaban con su hedor la habitación.

-Gracias – sonó su voz, allá lejos, en el bajo vientre del colchón.

 Y tapado de nuevo con las sabanas soñó placidamente lo que quedaba de noche.

El sociópata durmió feliz pues algo mas fuerte que el velaba sus sueños.


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