El Viejo Quemado

Una de las pocas imagenes de Salinguer autor de "El guardian ante el centeno" . Muy buen articulo personal sobre el autor en este enlace  http://algodelibros.blogspot.com/2010_01_01_archive.html

A veces cuando entras en un bar, otras esperando el autobús, en la cola del supermercado; son muchos los lugares donde el Viejo Quemado se deja ver. Con cara de pocos amigos, el desprecio en la mirada y el asco en la boca.

El Viejo Quemado abunda cada vez más. Es un producto de nuestra sociedad que a veces, de vez en cuando, es políticamente correcta; en las reuniones y fiestas de guardar, el resto somos una partida de irredentos Hijos de Puta que nos importa un carajo todo: la paridad, el fumeque y los malditos impuestos, la memoria histórica, la corrupción y el cine español, la guerra allá donde fuere y el Obama de turno.

El Viejo Quemado te mira como si fueras un delincuente, ya seas un redomado canistraco o un tipo de chaqueta del Zara (esos representantes de leche y llaveros que por llevar un traje se creen en Wall Street) pero de igual forma al que se sabe con pasta de la buena, no de la virtual ganada en una granja de pollos electrónicos, para el no valen un duro y los empuja cuando puede y se descojona de ellos, de sus cuernos y de las furcias de sus parientas. Si aún conduce te recriminará con una sonora pitada, lo que no puede con su voz cascada de viejo lo conseguirá con el claxon y si pudiera a garrotazo limpio en toda la jeta. El Viejo Quemado habla poco y cuando lo hace sube el pan dos enteros en el Polvillo del barrio, no le toque los cojones al Viejo Quemado, no hace distinciones, para el todos somos el enemigo. Y hace bien el Viejo, no le queda otra.

Martillea con sumo cuidado el idílico paraíso de la tercera edad. El Viejo Quemado es lo mas parecido a un Punk setentero, al igual que aquellos el NO FUTURE se hace una realidad, no es un lema, nada tienen que perder salvo lo poco que les quede de vida y como el punky del Postigo sevillano aquel, escupe en el suelo y le importa una mierda.  Con gusto le partiría el espinazo al perro flauta de la Sierpes de un bastonazo pero las fuerzas no le acompañan y se conforma con reírse de ellos.

Con la cubana del Corte Inglés enjaretada y dos bolsas bajo los ojos rellenas de mala leche se arma cada mañana dispuesto a liarla: en el banco no tiene rival y doma a las marujas con más valor que el domesticador del Mundial.  

Pronto veremos muchos de ellos. Nosotros estamos muy cerca de convertirnos mañana en el Viejo Quemado Cabrón; educación de tercera y ayuda de primera, jubilación europea y pensiones de otra dimensión. Como al Viejo Quemado, no nos queda otra opción que cagarnos en la puta madre de todo el mundo, mirar con desprecio a los que apoquinan, vivir de las ayudas y si aún tenemos pelo dejarnos una cresta verde.