12 ene 2011

Escapista

 
La calle es móvil, mojada, brillante; el fulgor de los holos describe ángulos multicolores en el asfalto. Te encuentras en esta prisión de topacio, perdido  y abstraído, oculto de los demás entre la masa de cuerpos andróginos. La lluvia cae impertérrita sobre las cabezas, la joven desnuda en el escaparate no hace el amor con un unicornio de Orión es un holo, como todos, como tu mismo, un holo humano, alienado en un tiempo fugaz, un escapista un desertor.

Te acercas a la tienda ,  SIGLO XX , una vez mas , cinco uros solo , es el pasaje al paraíso perdido , el que no volverá , aquel que nunca viviste en cuerpo mortal , solo tu espíritu , la maquina incrustada en el cerebro la necesita , es hambre de sentir y palpar y fornicar y hacer el bien y el mal , es hora pues de ser persona por tan solo cinco uros , deja que me vaya , grita , y tu le concedes ese favor : sonriente .

Cinco , cinco uros solo , te harán sentir vivo , durante un corto espacio de tiempo, no estarás programado y serás pues tan libre para dar muerte a un león como para fundar una orden de desarrapados en la India vestido de blanco y azul , tu condición genética será borrada , durante un tiempo corto tan corto como el suspiro del siglo XX .

Se graba en tu psique mientras te conectas a la bruma verde encerrada en un cubo y esta te aleja y te lleva : carreras de formula 1 , magnicidios presidenciales, sermones de predicador negro acribillado a balas en un hotel de carretera , cantantes con gafas redondas , rock and roll en un cadillac rosa , niños con pecas que pescan en el río , setas atómicas , Chernobyl en imantada radiación , Europa unida , carretera espacial abortada , dos guerras , aspas y triángulos , cruces y llamas .

Y te ríes y lloras y duermes en brazos de una joven novia antes de partir al frente ruso y descorchas vino tinto mientras el sol de Ibiza te baña la piel y viajas en tren , notas las los raíles entre las piernas , el temblor , el terremoto , es Japón una vez mas , tu avión te espera para morir en brazos del enemigo pero es tu amigo y cortas el césped , cerca de tu pequeña casa tan blanca como otras miles y es el pueblo y es el sol de nuevo que sale , como siempre , como siempre en el siglo XX .

“fin de transacción ciudadano, introduzca cinco uros para continuar “

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