9 feb 2011

Helsing I parte / La leyenda de Bala Plateada Jhon

-


Derruida por los elementos la iglesia decrepita emerge de las arenas del desierto, rodeado de columnas rotas y apoyado en una de ellas, el hombre del “guardapolvo” oscuro contempla una inscripción, símbolos antiguos parecidos a los grabados indios en un templo cristiano, el hombre se santigua como queriendo así evitar los malos augurios que le persiguen desde la vieja Austria.

El viaje fue un infierno. El barco apunto estuvo de zozobrar varias veces, una tempestad que no paraba lo persiguió desde Marsella y no lo dejo hasta bien entrado en La Española, nunca antes contemplo nada igual , las nubes negras parecían perseguir al buque , cebarse con el , hundir las viejas maderas en las frías aguas del Atlántico. Muchas veces besó el sagrario entregado en mano por el mismísimo Papa de Roma creyendo que era el fin de sus días, hubo un conato de motín por escased de agua y víveres que se perdieron por la brecha abierta en la quilla del barco.

Una vez en la isla tuvo que recabar información sobre el sujeto. Habló con los hacendados criollos y cuando les mencionaba al Místico dejaban de comunicarse en español, lo miraban como un demonio venido del averno y marchaban farfullando oraciones. Fue Mamá Gomes, una anciana de ochenta años, oronda y casi invalida quien le dio la pista exacta a seguir, la mujer vivía a las a fueras de la ciudad, tenia fama de bruja y curandera, odiaba con todas sus ganas a los criollos y rezaba constantemente.

 -Señor Helsing- pronunció su nombre en perfecto alemán, le sorprendió bastante en aquella hija de esclavos venidos de África y educada por españoles - aquel al busca, no se encuentra aquí , marchó de la isla hace muchos años. Pasó un tiempo en Haití donde se dice que intimó con François Dominique , algunas leyendas hablan del Místico como el verdadero liberador de los esclavos , su abuelo era español y su madre mexicana.  Llegó a la isla buscando fortuna según algunos , según otros conocimiento, emigró al otro lado para aprender de los magos africanos. De seguro se encuentra ya en el continente , en Nueva Orleáns o mas lejos .

 Quiso pagarle y no lo dejó, le agarró del brazo muy fuerte como si le fuera la vida en ello.

 -Señor, cuando lo encuentre, dígale algo de mi parte – la vieja miró de un lado a otro, buscando espías que no existían salvo en su cabeza.
- Si señora, que quiere.
-Dígale …tan solo dígale- en aquel momento la anciana le miró a los ojos y ya no vioó a un forastero del otro lado del mundo , delante de ella , a su lado ahora , su  pretendiente ;  un novio y ella no tenía ochenta años sino dieciséis , sus ojos se tornaron adolescentes, la joven negra con rasgos afilados herencia de españoles  rezumaba belleza , frondosidad y juventud, ojos inocentes color avellana  grandes como platos , el negro cabello recogido en un moño , unos hombros suaves a la vista, como de terciopelo que se entreveían por el vestido , el cual  caía con gracia hasta su cintura de avispa.

 El rumor del mar llegaba desde la ventana , y tuvo una sensación placentera , juraría que acababa de hacer el amor con la joven , aun guardaba el olor de su piel. Llegaban a su cabeza recuerdos ajenos,adoptados solo para aquel instante , recuerdos de encuentros ocultos y apasionados besos robados ; miradas tapadas con abanicos en la iglesia .

 -Tan solo que lo quiero señor y que lo querré siempre hasta que la parca nos lleve hasta nuestro señor, dígaselo señor Helsing.

El austriaco perdió el norte , se sintió confuso y mareado , tuvo que sentarse en una silla de esparto que apenas aguantaba su peso.La anciana corrió a traerle un vaso de agua , de seguro el calor tropical le jugó una mala pasada . Mamá Gomes le acercó el vaso a los labios, se veía pequeñita, diminuta pese a sus kilos de mas frente al espigado forastero, una vez que este se hubo recuperado, lo miró con una sonrisa entre picara y angelical.

 -Prométame que se lo dirá señor – le dijo y el forastero asintió, mientras se encomendaba a todos los santos y comenzaba sudar de nuevo.
                                                                             

0 comentarios:

Publicar un comentario

Puedes comentar

 
▲ ARRIBA ▲