Helsing IV parte / La leyenda de Bala Plateada Jhon

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El consejo del “humo del diablo” fue claro y aterrador la noche anterior; contempló su propia muerte en condena eterna, un nuevo Plata con colmillos de acero por dentadura. Un ramal del futuro donde su cuerpo yace inerte entre las dunas para despertar mas tarde reencarnado en uno de ellos, el Oscuro lo quería para si como uno de sus soldados, y aunque preguntó a Mescal si alguna posibilidad existía de supervivencia en otras alteridades la respuesta siempre fue exigua o nula .Tan solo la interposición del forastero del viejo continente podría crear un nuevo ramal de supervivencia de aquel que llaman el Plata.

En Sonora a cientos de millas de cualquier ser humano en la quietud del desierto el arsenal de armas se extiende en una manta india: un relicarario, dos estacas cruzadas amarradas en forma de cruz, el medallón de la Santa Señora, dos revólveres rellenos de balas de plata.

Esperó sentado el encuentro y cuando la raja del crepúsculo se abrió entre los dos mundos la figura del forastero se recortó en el horizonte, una silueta enmarcada entre las balaustradas de la iglesia derruida, exactamente como Mescal había predicho. Mucho mas alto que Bala el extranjero se acercaba despacio con la levita bajo el brazo y la Biblia en la mano derecha; parecía rezar por la bajo.

-¿Jack el plata? – se atrevió a farfullar Helsing.
- Ese es uno de mis nombres.

Los hombres se estudiaron el uno al otro, el bala sentado al estilo indio y pese a estar   pertrechado de la cabeza a los pies de negro intenso ni una gota de sudor era apreciable en su piel. Por el contrario Helsing sudaba a borbotones.

- Debería de abrigarse amigo – le recomendó el pistolero- dentro de poco se hará de noche y el frió en el desierto congela la sangre. Allí tiene algo de comida aunque le recomiendo que se abstenga de atiborrase antes del encuentro, mejor en ayunas pero yo soy medio indio y usted un refinado del otro lado, como le plazca pues.

Helsing probó algo de tocino seco y pan duro mientras Thorpe, el caballo, le miraba con malos ojos.

-Tarda un poco en fiarse de la gente, pero no es mal bicho.
-Nuestros destinos están cruzados parece sr.Jack. Una mujer me encomendó un mensaje par usted.
-Lo sé. Hace mucho de eso, yo era joven... no era hombre de conocimiento como ahora. Mama Gomes no es lo que parece, ella le guió hasta mi persona, encauzó su camino hasta mí, trabaja para el Oscuro aunque no lo parezca, es una de sus herramientas, un útil en sus manos. Durante un tiempo usted estuvo en contacto con el mal.
-He estado en contacto con el mal más de lo que cree Jack, me dedico a eso.
-Trabaja para los curas de Roma, no me extraña.

Las carcajadas de ambos hombres retumbaron en el desierto mezclándose con el aullido de los coyotes. Se confiaron el uno al otro hasta la madrugada.

-Está a tiempo sr. Jack – se pronunció Helsing – puedo administrar los Sacramentos, puedo tomarlo en confesión si quiere ¡no es mal hombre demonios!.
-Mi suerte está echada y no me arrepiento de las muertes que llevo a mis espaldas, salvo la de mi hijo, debo pagar por eso y tenga por seguro que si alguien merece el infierno ese soy yo. Mi condena está en esta vida y puede que más allá, estoy preso en este plano de la existencia, añoro la muerte en paz con Dios y esta no se me concede. Lo he visto.

Helsing quedó abrumado por la carga moral del Plata , acaso condenado a vivir eternamente como un pecador, sin remisión, apartado de la luz. Sin duda el pistolero negro tenía una misión que cumplir en este universo, una misión que el mismo desconocía, arcana y secreta, un destino que se transfiguraba en el futuro impreciso.

-Aparecerá sobre las doce del mediodía, es una burla al Señor, cuando reclame el Ángelus, lo he visionado miles de veces, prepárese Helsing queda muy poco.

-¿A pleno día? Nunca tuve encuentro con alguno de ellos a pleno día, son débiles al sol.
-Este no es uno cualquiera hermano, es el mayor de ellos, el padre de todos, la encarnación de Belcebú en la tierra, el sol le mantiene vivo absorbe su energía. Intentará llevarme con el, me quiere en su bando, no lo permita...si acaso lo consigue no dude en clavarme esa estaca en forma de cruz en el pecho. Le conoce, sabe que usted mató a muchos de sus soldados, los que viven en la noche, no tendrá piedad, usted le interesa solo como cadáver.


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Al amanecer las sombras se marcharon y el sol iluminó con toda su fueraza las ocres arenas de Sonora. Cuando arribó el viejo en aquel borrico, los hombres permanecieron quietos; a la expectativa. El buscador de oro, o eso parecía, no levantaba más de un metro y medio del suelo, cara sonrosada, barba nívea y ojos azules, claros, cristalinos como un lago.

- Bien señores, creo que me esperaban ¿Quién de ustedes será el primero en caer? – y el anciano comenzó a reír a carcajadas mientras les señalaba con una escudilla de latón.
- Puedes adquirir la forma que quieras sucio engendro, te mataremos de todas formas- le increpó Helsing.
-¿Seguro? – el buscador de oro amarró el borrico a un arbusto al lado de Thorpe que relinchó violentamente- santurrón de los cojones ¿podrías matar a un viejo que ni siquiera luce colmillos? Permítame que lo dude. Otra cosa es el brujo con ínfulas de matón de taberna que tienes al lado.
-Helsing no le escuche, no le preste atención, intenta confundirnos.

Helsing se arrimó al viejo. Extrajo el crucifijo entregado por el santo padre y el viejo lo escupió, un salivazo certero que mancho la mano del austriaco de babas. Al poco la mano empezó a supurar y quemada como si de acido se tratase humeó, el olor a carne quemada se elevó en aire.

- ¡Entierre la mano en la arena Helsing ¡ - gritó Jack .
Bala disparó entero el primer revolver cargado de balas de plata santificadas , a bocajarro, a menos de medio metro del anciano.
Este pareció inclinarse un instante , solo un momento pues a cada impacto el viejo se hacia mas fuerte , mas grande y poderoso ; cambiaba de forma . Los colmillos emergieron en ese instante de la boca del buscador de oro que se abalanzó hacia el pistolero.

La embestida lo tiró al suelo , sus fuerzas decrecieron , se sentía muy cansado , su alma escapaba por todos los poros de la piel. El sol le daba en la cara de frente , le llegaba el aliento del Oscuro en ráfagas y por cada una de ellas su espíritu se marchaba con el .

- Te volveré inmortal Plata , vagaras por este desierto toda la eternidad siempre sediento , siempre con hambre .
- Hazlo de una puta vez y deja de hablar – fue lo único que pudo articular , estaba a punto del desmayo.

Los colmillos se acercaron al cuello de Jack y el viejo se paralizó , quedó quieto , petrificado.
Helsing se mantenía en pie con la estaca firmemente sujeta en la cruceta , el pico clavado en la espalda del viejo .
Rápido pudo sacar a Jack de debajo del monstruo .

- No tardará en recuperarse , es muy poderoso , tan solo logré debilitarlo la estaca es solo un intervalo para respirar Jack . ¿Cómo se encuentra?
- Más muerto que vivo.

El Oscuro se pasea con la estaca en la espalda , se ve pequeña en un golem que adquiere tamaño por momentos. Helsing retira de la manta india el relicario y entona la salmodia , el monstruo se acerca a él y lo toma con ambas manos como una tenaza ; el roce del rosario sobre su piel produce pústulas pero solo le hiere de forma leve.

El viejo Judas es un arcabuz o “trabuco” español de los usados por los bandoleros en la sierra Andaluza allá en España. La bocacha del mismo se abre de forma ridícula como para dejar escapar la cabeza de un infante , no hace falta apuntar demasiado con semejante arma tan solo se dispara al petimetre que ose adentrase en aquellos montes; a veces solo su imagen hace desistir al mas valiente.
 Cómo el susodicho cacharro llego a ser parte del “ajuar” de Bala Plateada es un misterio. El caso es que ahora se encuentra escondido detrás de su espalda sujeto con la mano izquierda. Dispara una bola de plomo del tamaño de una nuez ,solo una …la única que necesita Jhon.

No esta santificada , no se rezó sobre ella en una noche de luna llena , tampoco fue rociada de agua bendita , ni puñetera falta que le hace , es una esfera de plomo someramente redonda impulsada con pólvora de lo más vulgar.Que disparada en la testa del Oscuro parte en dos la cabeza como una sandia quemada por el sol del desierto.

A Helsing , ya con los pies en el suelo , tan solo le queda rematar el trabajo y secciona los despojos que une la cabeza al tronco con un pequeño cuchillo cuando de pronto vuelve la vista hacia los matorrales.

-¿Dónde está el burro?
-¿Y que importa el borrico ahora ?- pregunta el Plata empapado en sangre.
-¿Matamos al Oscuro o a un simple soldado?.

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Helsing permanece como ausente , después de tres años en tierras semisalvajes añora la luz de gas en las calles de Viena y comer decentemente .

- Viejo , estuvo bien , no te hagas sangre , puedes contar lo que te pasó en el desierto a tus nietos – le reconforta Jack .

-¿Hicimos lo correcto? ¿Matamos al demonio equivocado?.

-Matamos al puto Vampiro mas grande , mas hijo de puta y más negro que mi culo que puedas llegar a ver en toda tu vida de mata murciélagos Helsing y con eso nos basta y al borrico que le vayan dando amigo , solo era un burro. Y ahora deja de comportarte como un monaguillo y bebe bourbon conmigo ¡joder por todos los demonios!.

Es difícil ver reír al Plata y tan solo unos cuantos pueden contarlo . Las carcajadas de los hombres resuenan entre las dunas .

“...Dicen que en lo más profundo del desierto existe una de las puertas del infierno , en ella las ánimas guardan una tétrica fila antes de ser juzgadas ,en noches de luna el resplandor de las mismas se puede ver a varias millas de distancia.
 -ESTA CLARO QUE YO MISMO TENDRÉ QUE OCUPARME DE ÉL – y dejo de contar muertos pues tenía toda la eternidad para hacerlo, los que esperan no tienen prisa.”

Dedicado a mi excelso y oscuro colaborador J.Coba .